Origen local significa que las materias primas utilizadas en un producto provienen del mismo país o región donde se fabrica o ensambla. Esta práctica reduce la huella de carbono del transporte, apoya a proveedores y artesanos locales y fomenta la trazabilidad. Ya sea algodón cultivado e hilado en la misma región o arcilla procedente de un taller de cerámica, los materiales de origen local contribuyen a construir sistemas más resilientes, circulares y con raíces comunitarias.